Blog personal sobre el estudio de historia del grado de Geografía e Historia de la UNED. Resúmenes, apuntes, esquemas, gráficos y otros materiales disponibles para poder avanzar en el estudio de historia. Se sigue el currículo del grado de la UNED aunque no están todos los temas ni todas las asignaturas. Cualquier aportación o crítica constructiva es bienvenida.
domingo, 19 de mayo de 2013
La EFTA (1960)
La EFTA (Europan Free Trade Association), siglas en inglés de la Asociación Europea del Libre Comercio (AELC), surge a propuesta del Reino Unido en 1960, conformando la llamada “Europa de los siete”.
Después de la Segunda Guerra Mundial el Reino Unido es uno de los dieciséis estados miembros de la OECE, organización europea creada en 1948 para coordinar las ayudas del Plan Marshall. Pero una vez finalizado y superadas las expectativas de recuperación, los británicos optan por la continuación de la cooperación gubernamental pero sin ir más allá de una regulación monetaria y un estímulo del comercio internacional. Eran partidarios de limitar los fines de la organización a ámbitos económicos y comerciales, junto con Suiza y los Países Escandinavos, y no convertirla en la plataforma de un proceso de unificación económica. Se oponían por miedo a perder su independencia comercial basada en su sistema comercial de la Commonwealth o en su especial relación bilateral con EEUU.
Tras la negativa británica a adherirse a la CECA (1952), la “Europa de los Seis” continuó avanzando en el proceso de integración continental siguiendo la línea funcionalista hasta llegar a la CEE por el Tratado de Roma de 1957. El Mercado Común dejó fuera al Reino Unido, que reiteraba su negativa a incorporarse a cualquier organismo que vulnerara su propio sistema económico y comercial. Como alternativa idearon una asociación de países constituidos en una “zona europea de libre cambio”, diferenciada de la CEE por la inexistencia de una tarifa exterior común: los socios serán libres de establecer sus propios acuerdos con terceros. De esta manera, se desvinculaba de la rígida disciplina comunitaria y seguía manteniendo sus contactos con EEUU, la Commonwealth y la OECE.
La delegación británica de la OECE, intentó convencer a los otros miembros de que se afiliaran a la zona de libre comercio. En 1958 lo volvió a intentar, pero el gobierno galo lo rechazó en nombre de todos. Finalmente, pudo establecer un acuerdo de unión comercial con los Países Escandinavos, Portugal, Austria y Suiza que se materializó por la Convención de Estocolmo en 1960 (“La Europa de los Siete”). En 1970 se ampliaría con Finlandia, Islandia e Irlanda.
Pero enseguida quedó patente el error: la EFTA estaba en desventaja frente a la CEE. Su asociación no se basaba en un proyecto de integración económica, no auguraba una futura unión política y no tenía instituciones propias, excepto el Consejo de Ministros; sus miembros carecían de amplias fronteras comunes y sus economías eran débiles con respecto a los estados de la CEE. Además, la libertad de establecer sus propias tarifas exteriores creaba un problema de competitividad en el mercado interior, por lo que se implantaron gravámenes compensatorios, contrapuestos al espíritu de la Comunidad.
Al año siguiente de su creación, el Reino Unido inició sus tentativas de entrar en la CEE. Por dos veces (1963 y 1967) el veto francés arruinó sus deseos. Y no fue hasta la primera ampliación de las Comunidades a inicios de los setenta que los británicos pudieron entrar, junto con Irlanda y Dinamarca (1973) en la CEE y en el proceso común de integración europea.
Fuente: usuario Juno del blog Página No Oficial de Uned-historia
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