Antecedentes:
El Consejo de Europa tiene su origen en los movimientos europeístas surgidos tras la Segunda Guerra Mundial, los cuales impulsaron a un grupo de Estados europeos a crear una organización regional de cooperación permanente.
Constitución:
El 5 de mayo de 1949, con la firma del Tratado de Londres, se creó el Consejo de Europa, formado por diez Estados: los cinco impulsores, Francia, Reino Unido, Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos más Dinamarca, Suecia, Noruega, Italia e Irlanda, cuyo objetivo común era promover la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho.
La primera sesión tuvo lugar en Estrasburgo y los delegados se colocaron en el hemiciclo por orden alfabético, así se evitaba la división por naciones y se subsanaban las divisiones internas de los partidos clásicos entre federalistas y unionistas.
Tras esta primera sesión se incorporaron Grecia y Turquía, y en 1950, Islandia y la recién creada República Federal Alemana.
La condición fundamental para entrar en el Consejo era ser una democracia parlamentaria respetuosa con los derechos humanos. Portugal y España ingresaron en 1976 y 1977, tras las dictaduras y Grecia fue apartada entre 1967 y 1974 así como Turquía entre 1980 y 1984 por las dictaduras del periodo. La URSS y los países del antiguo sistema comunista fueron admitidos tras la “caída del muro”. En 2007 los miembros del Consejo eran ya 47.
Establecido en Estrasburgo, el Consejo de Europa se puso en funcionamiento con tres organismos:
- La Secretaría General – primer titular – Jacques Paris.
- El Comité de Ministros formado por los responsables de Asuntos Exteriores de los estados miembros.
- La Asamblea Consultiva => representantes de los parlamentos nacionales
En 1950 el Consejo estableció en Estrasburgo el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, para juzgar posibles violaciones en los estados miembros y en 1961 estableció la Carta Social Europea, que señala una serie de derechos sociales y económicos.
El Consejo de Europa fue el primer intento de establecer, en la práctica, un mecanismo supranacional para toda Europa. Sus promotores, los federalistas fracasaron en el intento de crear una Unión Europea con un poder legislativo encarnado en un Parlamento bicameral ya que el proceso de unidad continental lo protagonizaron los funcionalistas, con menor ambición y paso mucho más lento, a través de las tres comunidades europeas: la CECA, la CEE y la Euratom.
Aunque carece de poderes ejecutivos, y no ha participado en el proceso de constitución de la Unión europea, el Consejo de Europa, está dotado de una enorme influencia moral y es un organismo fundamental en los procesos de democratización e integración de las sociedades europeas cuyas políticas viene orientando desde su creación.
Fuente: usuario Pilux del blog Página No Oficial de Uned-historia
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