viernes, 8 de enero de 2016

Cultura Material del Mundo Clásico (VII)


2. Partiendo de esta imagen, explique los orígenes de Roma y las principales teorías existentes sobre el particular.





La imagen pertenece a la maqueta de la reconstrucción de la Cabaña I del Palatino (Cermalus). Se trata de la cabaña más antigua conocida hasta el momento en la Urbs romana. Cronológicamente se encuadra  en la fase IIb (830-770 a.C.) de la cultura lacial.  Esta estructura de habitación se encuentra en el Cermalus, en una esquina del Palatino, y corresponde a una cabaña de planta oval a la que se denomina “cabaña número 1” o “casa del jefe”. De su estructura se conserva parte del canal perimetral de fundación y los orificios destinados a afianzar los postes, excavados directamente en el tufo de la colina. La vivienda tenía unas dimensiones de unos 12 metros de longitud, 8 metros de anchura y una altura próxima a los 6 metros. Se trata de una gran cabaña cuya tipología participa de características bien conocidas en Etruria y el Lacio. Las paredes perimetrales debieron construirse mediante un entramado de postes verticales y ramas al que se revistió externamente de arcilla mezclada con paja. Se piensa que este enlucido fue finalmente objeto de decoraciones pictóricas.
Un punto previo a tener en cuenta a la hora de señalar el momento en que Roma pasa al estadio urbano es exponer los criterios que se toman en consideración para definir el concepto de ciudad antigua. En esencia los criterios más decisivos, según Meyer,  son tres: fortalecimiento de una economía agrícola, estabilización demográfica y existencia de una subcultura especializada en la metalurgia. Asimismo es necesario definir de forma inequívoca el concepto de ciudad. La ciudad no nace mediante un acto personal y en un momento concreto, sino que es el resultado de un largo proceso evolutivo. Además, los habitantes de la nueva ciudad tienen que haber roto lazos con sus orígenes y pasar a formar parte de una nueva comunidad política. Esto se observa en el plano religioso: en Roma la divinidad Júpiter Óptimo Máximo, cuyo templo se levantó en el Capitolio a comienzos del siglo VI, es diferente al dios soberano Júpiter que todo el pueblo latino adoraba desde sus orígenes.  
Se puede aceptar que Roma se constituyó definitivamente como ciudad en torno al año 600, siguiendo una tendencia general en el Lacio. Lo que ofrece más dudas es saber cómo se llegó a tal acontecimiento. La interpretación de los datos arqueológicos actualmente disponibles y de las fuentes documentadas ha dado pie a distintas teorías que intentan explicar el origen de la ciudad de Roma. Cada una de ellas tiene detractores y defensores dentro de la comunidad científica y con todos los datos recogidos podemos considerar que ninguna de ellas cierra definitivamente el enigma del origen de Roma.


  • Teoría del sinecismo (G. Pinza y E. Gjerstad):
Roma surge de una serie de asentamientos autónomos y dispersos, localizados sobre varias de las colinas y todos ellos de la misma entidad. Según Gjerstad este proceso de sinecismo culminaría en el año 575 a.C., fecha que él aplicó erróneamente a la más antigua pavimentación del Foro.


  • Teoría del desarrollo unitario (H. Müller-Karpe):
Propone la existencia de un núcleo primitivo constituido por una agrupación de cabañas localizada en el Palatino y su correspondiente zona del Foro Romano. Este núcleo se iría expandiendo hacia otras colinas hasta alcanzar el valle del Foro en el siglo VIII a.C. A partir de entonces el área funeraria se desplaza al Esquilino. Por tanto, los enterramientos del Foro y del Esquilino corresponderían a dos fases de desarrollo cronológico de un mismo asentamiento, el del Palatino. Esta propuesta cuenta con un mayor respaldo por parte de la comunidad científica ya que cuenta con mejores bases cronológicas (a pesar de la existencia de ciertas cuestiones sin resolver).


  • Teoría de la fundación romúlea (A. Carandini):
Existiría una fase protourbana, comprendida entre mediados del siglo IX y la primera mitad del VIII a.C. identificada por un asentamiento unificado cuyos límites coinciden aproximadamente con los de la ciudad arcaica. El Palatino reviste ya en esta fase una importancia fundamental, según demuestra la identificación en el Carmalus de la sede del jefe del núcleo protourbano. En la segunda mitad del siglo VIII a.C. tendría lugar la fundación de la ciudad de acuerdo con el rito etrusco, que prescribía el trazado de una fosa de fundación, junto a la que se erigía el ara destinada al primer rito de bendición de Júpiter. Después de limitar el pomerium se procedió a marcar el recorrido de la muralla. En el sector suroriental del Palatino, en el Cermalus, allí donde se había localizado la cabaña del jefe del hábitat protourbano, se erigirá la sede el fundador, a la que tradición denominó casa Romuli. Esta teoría ha sido criticada por varios autores ya que es difícil mantener la idea de una “fundación” cuando el área se encontraba ya habitada hacía más de un siglo. 

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