viernes, 25 de julio de 2014

Respuesta de serbia al ultimátum de Austria-Hungría (25 de julio)



El gobierno real serbio se compromete:

1) A introducir (…) una disposición en la ley de prensa, por la cual será castigada de la manera más severa la provocación al odio y al desprecio de la Monarquía austro-húngara.
2) El gobierno no posee ninguna prueba de que la sociedad “Narodna Odbrana” y las otras sociedades similares hayan cometido (…) ningún acto criminal (…) Sin embargo, el gobierno real aceptará la demanda del gobierno imperial y real y disolverá la sociedad “Narodna Odbrana”.
3) A eliminar sin demora de la instrucción pública en Serbia todo lo que sirva o pueda servir a fomentar la propaganda contra Austria-Hungría (…)
4) El gobierno real acepta (…) separar del servicio militar a aquellos quienes la encuesta judicial haya probado que son culpables de actos dirigidos contra la integridad del territorio de la Monarquía;
5) El gobierno real debe confesar que no se da cuenta claramente del sentido y del alcance de la demanda del gobierno imperial y real tendente a que Servia se comprometa a aceptar sobre su territorio la colaboración de los órganos del gobierno imperial y real. Pero declara que aceptará toda colaboración que responda a los principios del derecho internacional y del procedimiento criminal (…)
6) El gobierno real, es obvio, considera su deber abrir una investigación contra aquellos que están o que, eventualmente, hayan estado complicados en el complot (…). En cuanto a la participación en tal encuesta de los agentes de las autoridades austro-húngaras que serán delegadas a este efecto por el gobierno imperial y real, el gobierno real no puede aceptarlo porque esto sería una violación de la Constitución y de la ley sobre el procedimiento criminal (…)
7) El gobierno real ha procedido en la tarde misma del envío de la nota al arresto fe (…)
8) El gobierno serbio reforzará y extenderá las medidas tomadas para impedir el tráfico ilícito de armas (…) a través de las fronteras.
9) El gobierno real dará de buena gana explicaciones sobre los propósitos que sus funcionarios han tenido después del atentado (…);
10) El gobierno real informa al gobierno imperial y real de la ejecución de las medidas comprendidas en los puntos precedentes (…)

Al no surtir efecto las presiones ruso-británicas, en la tarde del día sábado 25 de julio el gobierno serbio respondió el ultimátum austro-húngaro y aceptó todas las exigencias, excepto la de llamar policías austriacos para investigaciones criminales en suelo serbio. La reacción en Alemania fue de sorpresa pero luego de alegría en tanto Bethmann-Hollweg y von Jagow consideraron "cumplido" el requisito necesario para que Austria-Hungría declare la guerra. En efecto, tras nuevas consultas entre Viena y Berlín, se dispuso el lunes 27 de julio la movilización militar del ejército austrohúngaro. Esa misma mañana, tras consultas con las embajadas británicas en París y San Petersburgo, Edward Grey abandonó toda reserva de confianza frente a Alemania, y advirtió al embajador Lichnowsky que "si Austria-Hungría prosigue su ataque a Serbia y el Imperio Alemán continúa apoyando a Austria-Hungría, Gran Bretaña cumplirá sus pactos y promesas con otras potencias", lo cual era una velada amenaza de guerra.

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