viernes, 23 de septiembre de 2011

Mirada crítica sobre la reconstrucción del pasado (I)


El surgimiento de la práctica historiográfica como conocimiento mediato

1. Introducción.

Historiar (discurso acerca de lo acontecido): No se identifica necesariamente con la memoria colectiva. No es un simple relato. Es una forma de argumentación, no una mera narración. Desarrolla técnicas y procedimientos orientados a producir enunciados acerca de la realidad pasada. Teorizar y reconstruir discursivamente el pasado con pretensiones de veracidad (no es literatura histórica).

  • Historia: Es ciencia y forma de narración (crítica de los anales).
  • Mecanismos de autentificación discursiva: testigos oculares VS crítica documental (estudio de las fuentes).

2. Marcas de historicidad de la práctica historiográfica pre-moderna (antigüedad, Medievo…).

Mecanismos de autentificación discursiva:
Testigo ocular: el objeto de investigación o de estudio eran los acontecimientos de carácter extraordinarios (rotura de la monotonía cotidiana). Ej. Intrigas palaciegas, guerras, etc. El historiador estudia el presente y acontecimientos pasados aunque no estuvieran presentes. Aquí surge una pregunta: ¿Cómo acceder al conocimiento epistemológico pasado si solo es cognoscible aquello que es inmediatamente accesible? Respuesta: aquello que verifica hay que buscarlo en la apelación al acto de fe del texto (adoptar la autoridad del testigo ocular de los acontecimientos pasados). El cronista medieval no desarrolla una crítica documental de las fuentes. Solo puede criticar lo que le es inmediatamente accesible. Por tanto, critica la persona del autor (rectitud moral del testigo ocular). Los textos son concebidos como autoridades. ¿Y si dos testimonios con autoridad moral acreditan afirmaciones contradictorias? En este caso el cronista no puede discernir entre los dos testimonios.
Textos: equivale a autoridades (sin ningún punto de vista independiente). No era posible extraer información del documento sin tener en cuenta lo que el documento tenía escrito.


3. Marcas de historicidad de la práctica historiográfica moderna (mecanismos de autentificación discursiva de la historiografía moderna).

Revolución científica (plano epistemológico): naturaleza del conocimiento, objeto de investigación. Revolución copernicana = El papel fundamental constituyente de lo real no está del lado del objeto (como en la época antigua) sino del lado del sujeto.
¿El por qué de los cambios acontecidos? Paso de un modelo del conocimiento basado en la percepción inmediata de las cosas a otro basado en el conocimiento mediato (no existe una inmediación previa, es posible la aprehensión objetiva, sin interferencias, de lo que es la cosa). Se rechaza de que la recepción de los estímulos del exterior sea una actividad pasiva. Se opera con idealizaciones. Producción teórica de los objetos para poder operar con ellos. La realidad solo es pensable en la medida que existen categorías inteligibles.
Cambia la naturaleza teórica del objeto de investigación (cosas => idealizaciones). El objeto de investigación de la historia cambia también. Ahora son los documentos (vestigios materiales y reliquias). El texto mismo cobra valor veritativo, una vez sometido a una crítica documental de las fuentes. Surgimiento de la crítica externa e interna de las fuentes y de las ciencias auxiliares de la historia (diplomática, paleografía…). El texto mismo suministra más información que la que el autor del texto suministra conscientemente.

Cita 1:
Sólo podemos conocer los hechos empíricamente de dos maneras: directa, si lo observamos en el mismo momento en que suceden, o bien indirecta, mediante el estudio de sus huellas. Tomemos, por ejemplo, el caso de un terremoto: si presencio el fenómeno tengo un conocimiento directo, e indirecto cuando, sin haberlo presenciado, observo sus efectos materiales (grietas, muros derruidos) o bien, si no son ya visibles, leo cómo los describe algún testigo que asistió al hecho u observó sus consecuencias. Por tanto, la índole de los ‘hechos históricos’ consiste en que no podemos conocerlos sino indirectamente, a través de sus huellas (…). Es cierto que el investigador observa directamente tales huellas, a las que damos el nombre de documentos; pero una vez lo ha hecho, no le queda nada que observar. A partir de los documentos, procederá mediante razonamientos para tratar de remontarse desde los vestigios hasta los sucesos con mayor exactitud posible. El documento es el punto de partida, y el acontecimiento pretérito el de llegada.

Cita 2:
Para conocer la relación entre el documento y el hecho, es preciso reconstruir en su integridad la serie de causas intermedias que dieron lugar al documento. Hay que imaginar la serie de actos que llevó a cabo el autor del documento, desde que presenció el suceso hasta que redactó el manuscrito. En primer lugar, hay que analizar el documento. ¿Se conserva en su estado original?, ¿ha sufrido daños? Hay que estudiar cómo fue elaborado, a fin de devolverlo en su estado original en caso necesario, y determinar su procedencia. Este primer conjunto de pesquisas previas, referidas sobre todo a la escritura, la lengua, las formas, las fuentes, etc., constituye el campo específico de la crítica externa o erudita. A continuación interviene la crítica interna: para reconstruir los estadios psicológicos que atravesó el autor del documento actúa mediante razonamientos por analogía, cuyas premisas toma de la psicología general. Ante las afirmaciones del autor del documento nos preguntamos: 1) ¿Qué ha querido decir?; 2) ¿Creía en lo que decía?; 3) ¿Estaba en lo cierto o se equivocaba?


4. Conclusión.

Conocer no es certificar con la mirada o con el oído sino proceder a una crítica interpretativa de las fuentes y llevar cabo una reconstrucción de la realidad a través de los vestigios de los materiales. De ahí el carácter científico de la historiografía. Las preposiciones históricas (enunciados históricos) son controlables, es decir, pueden ser reproducidas por cualquier persona que sepa practicar las técnicas requeridas para las circunstancias. Para ello es preciso que la escritura histórica lleve consigo determinadas marcas de historicidad como las notas a pie de página donde se citan fondos de archivo. El relato histórico no es una mera narración sino que hay operaciones cognitivas previas. Estas marcas certifican la intención del autor de dejar al lector ir más allá del mero texto. De esta manera se podrá comprobar si las conclusiones del historiador son más o menos razonables.
Historiar = forma concreta de argumentación (no una mera narración de los hechos).




Bibliografía
  • Bueno, G. Reliquias y relatos: construcción del concepto de ‘Historia Fenoménica’, El Basilisco. Revista de Filosofía nº1, Oviedo, 1978.
  • Domínguez, D. Reconstrucción discursiva del pasado y reescritura de la historia. Actas del II Congreso de Jóvenes Investigadores en Filosofía. Revista de la Asociación de Alumnos de Postgrado de Filosofía TALES. 2009.
  • Pomian, K. Sobre la historia. Editorial Cátedra. Madrid.2007.

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