domingo, 25 de septiembre de 2011

Mirada crítica sobre la reconstrucción del pasado (y III)


La renovación documental, la revolución historiográfica. El surgimiento de las Ciencias Sociales y la Historia Social.

1. La circunscripción histórica de los primeros annales (Annales de historia económica y social).

La Escuela de los Annales es una escuela historiográfica, denominada así por la publicación de la revista francesa Annales d'histoire économique et sociale (después llamado Annales. Economies, sociétés, civilisations, y renombrado en 1994 como Annales. Histoire, Sciences Sociales), en donde se publicaron por primera vez sus planteamientos. La escuela de los Annales se caracteriza por haber desarrollado una historia en la que se han incorporado otras ciencias sociales como la geografía, la sociología, la economía, la psicología social y la antropología, entre otras. Existen 4 generaciones.

Revolución historiográfica en el plano de la producción histórica. Su aparición supone una modificación de las problemáticas que había dominado el ámbito de la producción académica. Sin embargo no surgen de la nada.

• Los antecedentes teóricos alemanes:
- El positivismo historiográfico (corriente dominante).
Historiografía académica asociada a la figura Leopold von Ranke. Modelo fuertemente nacionalista.
- El materialismo histórico.
Historiografía marxista (Marx, Engels). Se rechaza el modelo centrado en la narración y explicación intencional de los acontecimientos políticos. Se analiza la estructura y la dinámica de las formaciones socioculturales (capitalismo, feudalismo, esclavismo). Se deja a un lado los estudios idealistas de carácter intencional.
- La historiografía crítico-académica.
Se tiene que atender a una pluricausalidad social (Marx Weber). Existen factores de carácter material (como decía Marx) y factores de índole ideológico.

• Los antecedentes teóricos franceses:
- La sociología de E. Durkheim y F. Simian.
Carácter reflexivo. Lo importante es la regularidad social (fenómenos humanos de masas). Se puede establecer hipótesis de los elementos que se repiten (leyes tendenciales de la sociedad)
- La geografía de Vidal de la Blanche.
En el estudio de la historia es necesario dar importancia a la geografía. Ésta ya no es un simple telón de fondo. Es un verdadero agente activo del drama histórico pero no intencionado. El clima, las vegetaciones, etc. pueden influir a las sociedades humanas (ej. Pastoreo, trashumancia).


2. Los annales en singular.

No es una escuela propiamente dicha sino un movimiento. Existen diferencias entre los autores aunque existen otros aspectos comunes.

• Una historia social (ideas, imprenta, familia burguesa, representaciones colectivas en la Edad Media, etc.). Los objetos de investigación nunca pueden ser analizados al margen del sistema de relaciones sociales dentro del cual adquieren sentido. Se puede hacer historia de casi todo (ej. Clima, muerte, infancia, familia, civilización material, utillaje del metal en el S. XVI). Las prácticas tienen sentido dentro de un contexto social (historia global). Es una historia global (incluye una referencia a la totalidad organizada), no universal. Es imposible la reconstrucción discursiva del pasado desde el punto de vista social completamente. Supone un cambio de problemática. No se intenta describir lo más verídicamente posible un acontecimiento histórico. Se establece hipótesis a través del arsenal metodológico sobre la estructura social. La historia se socializa.

Cita de Marc Bloch, los reyes taumaturgos:
“¡La realeza! Su historia domina toda la evolución de las instituciones europeas. Casi todos los pueblos de Europa occidental han sido gobernados por reyes hasta nuestros días. El desarrollo político de las sociedades humanas en nuestros países se ha resumido casi únicamente, y durante un prolongado período, en las vicisitudes del poder de las grandes dinastías. Mas para comprender lo que fueron las monarquías de antaño, para explicar sobre todo su vasta ascendencia sobre los hombres, no basta con aclarar hasta el último detalle el mecanismo de la organización administrativa, judicial, financiera, que ellas les impusieron a sus súbditos (historiografía del S. XIX). Tampoco basta con analizar en abstracto, o tratando de deducirlo de algunos grandes teóricos, los conceptos del absolutismo o de derecho divino. Es preciso también penetrar en las creencias y hasta en las fábulas que florecían entorno a las casas reinantes. En muchos aspectos todo este folklore nos dice más que cualquier tratado doctrinario”

- La idea de la totalidad.
Se refiere al modo especifico que una sociedad en un momento dado tiene de organizar su marco de interdependencias sociales (no se da desde siempre, es mutante, variable, contingente). Ejemplo: enfoque materialista del estudio de las ideas políticas. Tales ideas se insertan tales en el marco contextual que las vieron surgir. Interesa la relación de los enunciados con la sociedad que da cuenta de ellos.
- Las representaciones como síntomas.

• Una historia de la LARGA duración. Se cuestiona radicalmente la concepción vulgar del tiempo aplicada al mundo de la historia. El tiempo vulgar es el tiempo que se presenta a sí mismo como un tiempo común a la conciencia y a las cosas donde las acciones históricas, humanas son concebidas únicamente en su sucesión cronológica. Los sucesos posteriores suceden de los inmediatamente anteriores y se hacen comprensibles gracias a ellos.

- Cuestionar la concepción unidimensional del tiempo histórico.
Solo se puede acceder a los acontecimientos visibles, aquellos que han suscitados la producción de textos por parte de los contemporáneos. El nuevo enfoque es que existen múltiples tiempos (formas distintas de temporizar el tiempo histórico).

- Dialéctica de la duración: hacia una lectura plural del tiempo histórico.
Existen múltiples fenómenos humanos (muchos códigos temporales), solo observables si se adoptan ciertos criterios de priorización.

- Los tres tiempos de F. Braudel.
a) Temporalidad de corta duración. Tiempo propio de la historiografía evenemencial o episódica. Ej. Muerte de un jefe de estado, conquista de algún pueblo. Son acontecimientos típicos del periodismo, de los sucesos.
b) Tiempo medio o de coyuntura. Tiempo de los economistas y sociólogos. Se precisa los fenómenos humanos de masa. Ej. Ciclos de los economistas, prácticas políticas estudiadas por los sociólogos.
c) Temporalidad de larga duración. Procesos muy largos (incluso milenarios) de las realidades (largo aliento) más duraderas y profundas de las sociedades. Ej. Dependencia al trigo de un grupo humano, sistemas de construcción, actitud mental hacia el trabajo…

Cita de Foucault, la arqueología del saber (1969):
“Desde hace décadas, la atención de los historiadores se ha fijado preferentemente en los largos periodos, como si, por debajo de las peripecias políticas y de sus episodios, se propusieran sacar a la luz los equilibrios estables y difíciles de alterar, los procesos irreversibles, las regulaciones constantes, los fenómenos tendenciales que culminan y se invierten tras de las continuidades seculares, los grandes zócalos inmóviles y mudos que el entrecruzamiento de los relatos tradicionales había cubierto de una espesa capa de acontecimientos. (…) Por detrás de la historia atropellada de los gobiernos, de las guerras y de las hambres, se dibujan unas historias, casi INMOVILES a la mirada, historias de un débil declive: historias de las vías marítimas, historia del trigo o de las minas de oro, historia de la sequía y de la irrigación, historia de la rotación de cultivos, etc. Las viejas preguntas de análisis tradicional (¿qué vínculo establecer entre acontecimientos dispares?, ¿Cómo establecer entre ellos un nexo necesario?, ¿cuál es la continuidad que los atraviesa o la significación de conjunto que acaban por formar?, ¿se puede definir una totalidad, o hay que limitarse a reconstruir los encadenamientos?) se remplazan en adelante por interrogantes de otro tipo: ¿qué estratos hay que aislar unos de otros?, ¿qué tipos de series instaurar?, ¿qué criterios de periodización adoptar para cada una de ellas? (…)

Una historia interpretativa o una “historia-problema”.
En contraposición a la historia-relato. Concepto elaborado por los primeros annales. Se valora la interpretación. Se reivindica el papel conscientemente productivo de la interpretación (se convierte en algo presente en todos los momentos de la práctica historiográfica determinando la forma en que los materiales deben ser pre comprendidos). Se invierte la secuencia cognoscitiva de la historiografía decimonónica (se determinaba los hechos históricos y luego se podrían interpretar). Para annales la interpretación es punto de partida, no de llegada. Un mismo tipo de documento ofrece un listado no limitado de información. La historia parte de preguntas y problemas específicos que afectan a lo que los materiales pueden decir de sí mismos. Ej. Declaraciones de sucesión de los archivos fiscales del S. XIX. Podemos obtener información de las grandes fortunas del S. XIX, noticias sobre los regímenes matrimoniales y tipos de lotes, movilidad geográfica de los herederos, causas de la mortalidad (reconstrucción de la morbilidad poblacional), etc. Los materiales no hablan, es el historiador quien les hace hablar mediante preguntas. El historiados conoce el devenir de las acciones (conoce el futuro del pasado). Es un marco de referencia donde el historiador lee de determinada manera el material de estudio. Tenemos que saber las consecuencias para saber historiar.

- El papel conscientemente productivo de la interpretación.
Antes de acometer el examen crítico de las fuentes elegimos determinados documentos y no otros. El presente influye en esa elección.

- La pregunta o hipótesis histórica.
Se considera los materiales y la forma de preguntar (¿cómo hablan los materiales?). Existen sesgos introducidos por el historiador (no son pasionales sino tienen que ver con los intereses inconscientemente estructurado).

Cita de Febvre, combates por la historia:
“Habéis oído bastantes veces repetir a nuestros mayores: ‘El historiador no tiene derecho a elegir los hechos. ¿Con qué derecho? ¿En nombre de qué principios? Elegir, atentando contra la “realidad” y por tanto contra la “verdad”. Siempre la misma idea; los hechos: cubitos de mosaicos muy distintos, muy homogéneos, muy pulidos. Un temblor de tierra dislocó el mosaico; los cubos se hundieron en el suelo; retirémoslos y, ante todo, veamos de no olvidar ni uno solo; alcémoslos todos. No escojamos… Eso declaran nuestros maestros, como si por el solo hecho del azar que destruyó tal vestigio y protegió tal otro toda la historia no fuera una elección. ¿Y si no hubiera en ella más que esos azares? En realidad la historia es elección. Arbitraria, no. Preconcebida, si. (…) Ahora bien, sin teoría previa, sin teoría preconcebida no hay trabajo científico posible. (…) Un historiador que rehúsa pensar el hecho humano, un historiador que profesa la sumisión pura y simple a los hechos, como si los hechos no estuvieran fabricados por él, como si no hubieran sido elegidos por él, previamente, en todos los sentidos de la palabra “escoger” (y los hechos no pueden no ser escogidos por él) es un ayudante técnico. Que puede ser excelente. Pero no es un historiador.”

Historia comparativa.


3. La irrupción de las ciencias sociales (sociología, economía, etc.) en el campo de la historiografía.

Historiografía siglo XIX = El pasado estaba subordinado al principio de inteligibilidad del presente (datos según la percepción). Solo es historiable lo que ha sido conscientemente percibido (lo que ha suscitado la producción de textos).
Ahora no se asume como único marco posible de análisis el horizonte cronológicamente registrable de los participantes en un acontecimiento. Ejemplo: primeros estudios sociológicos en las mediciones estadísticas (técnicas cuantitativas). A la sociología le interesaría los datos que recoge en función de ciertos criterios de índole abstracto (ingresos…).

• La idea de Ruptura con el modelo de la experiencia vivida.
La observación sociológica (científica) no se corresponde con la observación inmediata de las cosas porque somete a estas a una consideración previa. Se rompe con una concepción típicamente empirista.

• ¿Cómo se consuma esa ‘ruptura’ en el plano de la investigación historiográfica?

- A través de una ampliación del abanico documental: los testimonios involuntarios.
Ej. Cuentas de una empresa, escrituras de tasación, manuales de buenas conductas, testamentos, vasijas (objetos materiales naturales o artificiales), etc. Además, los documentos escritos se leen de diferente manera. Otro ejemplo paradigmático es la reconstrucción de la pre historia (no se tiene documentos escritos pero si objetos materiales).

- A través de una tematización distinta del documento: la serialización.
El documento deja de ser considerado como huella de un testimonio subjetivo acerca de las intenciones de los actores históricos (reflejo del pasado). Se concibe como un conjunto de índices a partir de los cuales la interrogación científica puede construir sus propios objetos de investigación (ej. Estructuras demográficas, políticas, ideológicas). Se deduce que estas nuevas fuentes documentales deben mostrarse susceptibles de ser organizadas en series. Son documentos anónimos (registros, certificados matrimoniales, precios) que permiten un tratamiento de lo social a escala masiva. Una fuente seriada es aquella de la que se puede extraer un contenido expresado numéricamente (escrituras de tasación, cuentas de una empresa…). Supone una repetición regular de datos. Es una repetición seleccionada y construida en función de una hipótesis de investigación. Presupone una multitud de documentos. El objetivo final de la serialización es establecer correlaciones entre series distintas. Esto nos permite habar sobre las tendencias a medio o largo plazo de ciertos comportamientos. La historia se hace comparativa y aporta el acceso a la larga duración.

• Evacuar al sujeto como punto de partida del análisis.
Los móviles ideales de las personas sirven como criterio explicativo de la estructura social. Nos centramos en el estudio cotidiano (cultura material). Ligamos al sujeto a una temporalidad que no es la suya aunque sea un fenómeno humano.

Cita de Duby, Historia social e ideología de las sociedades (documento de la historia de las mentalidades)
“Aun así, no hay que esperar alcanzar sin dificultad los sistemas ideológicos más triunfantes. Pues es algo excepcional que estos conjuntos complejos constituyan, en su totalidad, el objeto de una expresión deliberada (…). Quienquiera reconstruirlas en su totalidad, tiene que reunir innumerables índices, difundidas entre todos los vestigios, siempre lacunares y confusos, que subsisten de tales conductas. Exhumar los sistemas ideológicos del polvo del pasado impone detectar, ensamblar e interpretar una serie de signos dispersos (…) Entre las fuentes documentales más accesibles y aquella cuya enseñanza es más clara, figuran evidentemente todos los escritos de propaganda, los tratados de buena conducta, los discursos edificantes, los manifiestos, los sermones, los epitafios, las biografías de héroes ejemplares, en definitiva, todas las experiencias verbales que un medio social da de las virtudes que reverencia y de los vicios que reprueba (…) No obstante, la cosecha podría ser aún más abundante entre los documentos no escritos, pues la ideología encuentra una expresión a veces más directa y más grávida en las articulaciones de signos visibles. Los emblemas, las costumbres, las insignias, los gestos, el cuadro y la ordenación de las fiestas y ceremonias, la forma como se dispone el espacio social, atestiguan efectivamente cierto orden soñado del universo (…). Luego de haber detectado todos esos indicios, conviene, ante todo, reunirlos, para reconstruir el sistema en su coherencia, en su ordenación formal a partir de todas las huellas por él dejadas”




Bibliografía:
  • Aguirre Rojas, C.A. La escuela de los Annales. Editorial Montesinos. Barcelona. 1999.
  • Braudel, F. Las Ambiciones de la Historia. Editorial Crítica. Barcelona. 2002.
  • Le Goff, J. Pensar la historia. Editorial Paidós. Barcelona. 1991.
  • Pereyra, C. El sujeto de la historia. Alianza editorial. Madrid. 1984.

Estas tres sesiones son un resumen del seminario 'Historia y ciencias sociales, una mirada crítica sobre la reconstrucción discursiva del pasado' impartido en la UNED por el profesor David Domínguez.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Mirada crítica sobre la reconstrucción del pasado (II)


El modelo historiográfico del siglo XIX o la historiografía événementielle.

1. Hegemonía historiográfica alemana (Leopold von Ranke).

Compresión.
La institucionalización de la enseñanza de la Historia (= profesionalización). Se produce y se transmite el saber en las Universidades (ej. Univ. Berlín).

Escuela Metódica francesa (Ernest Lavisse) heredera de la alemana. Se quiere superar a Alemania en el ámbito intelectual y moral (tercera república). Cambios y transformaciones en el modelo francés:
1) historia como materia autónoma (no ciencia auxiliar),
2) creación masiva de plazas y cátedras en las universidades,
3) extensión de la franja horaria dedicada a la historia en la educación primaria y secundaria,
4) transformación del viejo modelo de tesis doctoral (se pasa del ensayo a la crítica documental de las fuentes),
5) creación de revistas especializadas y manuales escolares.
Existen otras corrientes historiográficas como el materialismo histórico de Marx.


2. La dimensión positivista de la historiografía decimonónica. (positivismo no científico)

Tres postulados:

a) Neutralidad: El historiador no juzga moralmente a la historia. Solo rinde cuentas de lo que realmente sucedió (no magistra vitae).
b) La ciencia reproduciría fielmente la realidad (no condicionar externamente al historiador).
c) La historia como realidad devenida (pasado) existe objetivamente tanto desde el punto de vista ontológico como gnoseológico. Pasado = entidad con orden y concatenación determinada de los acontecimientos pasados. Un solo acceso en el campo de reconstrucción. Existen los hechos históricos como tales (son autosuficientes) y la interpretación de esos hechos.

Cita de Ranke:
“Se ha dicho que la historia tiene como misión enjuiciar el pasado e instruir al presente en beneficio del futuro. Misión ambiciosa, en verdad, que este ensayo nuestro no se arroga. Nuestra pretensión es más modesta: tratamos, simplemente, de exponer cómo ocurrieron, en realidad, las cosas”.

Crítica documental de las fuentes:

Identificación del documento como punto de partida. Hay que reconstruir las causas intermedias que dieron lugar al documento (actos que llevó a cabo el autor del documento). No importa que no exista una observación directa de los acontecimientos (como sucedía en la Edad Media [testigo ocular]). Reconstrucción discursiva sigue una pauta definida. No se apela a la rectitud moral del autor del documento.

- La crítica externa o erudita: extracción de información del soporte material del documento. Nos preguntamos si el documento es de dónde dice que es (procedencia). ¿Es original o una copia?
a) La crítica de restitución: no se dispone de los documentos originales de los autores. Son copias de copias. ¿Son auténticos o manipulaciones? Se exige una serie de conocimientos generales (¿cómo degeneran los textos? (latín antiguo), conocimiento profundo de la lengua y la grafía (paleografía) de la época en que está redactado el manuscrito).
b) La crítica de procedencia: análisis interno del documento para averiguar la procedencia (tipo de escritura, tipo de giros lingüísticos…). Lo estudia la diplomática (ciencia auxiliar).

- La crítica interna: análisis crítico de lo que el autor del texto dice. No se otorga de antemano ningún tipo de valor intrínseco a las palabras del autor del texto sea cual fuera su prestigio social. ¿Qué dice el texto? ¿Estuvo coaccionado el autor del texto?
a) La crítica de interpretación (o positiva): ¿Qué es aquello que el texto dice? Se aisla cada una de las ideas del texto. Se necesita un conocimiento profundo de la lengua. Los significados no son constantes en el tiempo (sobre todo los políticos).
b) La crítica de sinceridad (o negativa): Su objeto de investigación son los acontecimientos externos de la época del autor del documento. A priori se ha de desconfiar de las afirmaciones de autoridad de un testigo. Se debe cuestionar al autor del documento de la siguiente manera: ¿tuvo el autor un tipo de beneficio práctico al decir lo que dijo? ¿Estuvo coaccionado? ¿El autor no esconde su predilección hacia algún determinado grupo político? ¿Procedió el autor con descuidos o prejuicios?

La síntesis (el lugar atribuido a la interpretación): Agrupación de los hechos históricos aislados por medio de vínculos significativos entre los mismos. Primero son los hechos históricos, luego la crítica y finalmente la síntesis (interpretación). El punto de partida es neutro.

El carácter empirista o positivista de la secuencia cognoscitiva.


3. El dogma fundamental de la historiografía del siglo XIX.

¿Qué dice exactamente el dogma?
“El pasado solo es cognoscible por mediación de los documentos escritos”.

Dos partes:
- El pasado solo se puede conocer por mediación del estudio crítico de las fuentes.
- No hay más fuentes históricas que los documentos escritos. Éstos se identifican con los testimonios voluntarios. Son los testimonios que fueron ideados para informar conscientemente a las generaciones presentes y futuras. Ej. Documentos diplomáticos, bulas pontificias, tratados de paz, biografías, leyes, cartas, memorias, etc. Nos prescribe un acceso limitado (interesado) al campo de la reconstrucción discursiva del pasado.

Las limitaciones epistemológicas del dogma.
- La restricción de la mirada historiográfica (lo que es susceptible de ser historiado) al campo de los documentos escritos y de las instituciones que han producido escritos. Ej. Sociedades medievales. Gran parte de la masa poblacional (sociedad rural) quedaba fuera del ámbito del interés historiográfico. Carecían de documentación escrita de la forma de organizar sus relaciones sociales. Esto supone una mirada inconscientemente interesada. Se privilegiaba los documentos escritos y era el poder monárquico quien escribía esos documentos.

Cita de Ranke:
“(…) pero poco a poco, a medida que va desarrollándose la misma constitución política del imperio, se ve como gana en importancia, y a partir de comienzos del siglo XVI, época en que cobra gran difusión la escritura, abundan tanto en ella las nuevas e importantes actas, que atrae en alto grado nuestra atención. Encontramos en ella, al lado de las actas mismas, una serie de memorias de diputados y consejeros que, generalmente, cautivan por su fidelidad y sorprenden, no pocas veces, por su penetración. Me ha sido dado tomar conocimiento del contenido de los primeros 64 volúmenes de esta colección, que llegan hasta el año 1551; y he podido, además, encontrar valiosos complementos en una colección de documentos de los emperadores”

- La restricción de la mirada historiográfica al campo de aquello que ha suscitado la producción de textos por parte de los contemporáneos.

Las condiciones de aprehensión posible de los objetos históricos según el modelo historiográfico decimonónico.
Limitación en la legibilidad del proceso histórico. Se tiene que hacer la historia de los acontecimientos políticos y no de las estructuras sociales (annales).

¿Qué tipo de horizonte temporal de la narración histórica propone?
Concepción del tiempo unidimensional (tiempo único para las personas y las cosas). No pluridimensional como lo hace Annales. Interesa narrar los acontecimientos.


4. Conclusiones.

Una historia événementielle (acontecimientos) o episódica.
Son hechos únicos e irrepetibles. Se identifica por hechos políticos desarrollados por individuos que están en la cúspide de la estructura social (ej. Jefes de estado, monarcas, papas…). La voz cantante de la historia parece ser que proviene de las actividades de estos individuos.

Cita sobre la prioridad de los hechos individuales y el cambio histórico:
“Las vicisitudes de los pueblos y los estados, las tendencias de civilizaciones enteras, pueden depender del hecho de que un hombre extraordinario sea capaz de resistir en ciertos momentos determinadas tensiones y esfuerzos del espíritu (…)”

“Algo que fascina extraordinariamente es, ante todo, la repercusión de las hazañas guerreras, que influyen directamente sobre la suerte de una cantidad innumerable de personas, influyendo, además, indirectamente, y tal vez por largo tiempo, al crear nuevas condiciones de vida. El criterio de la grandeza reside aquí en lo segundo (…). Mas para que exista verdadera grandeza, es necesario que aquellas nuevas condiciones permanentes no impliquen un mero desplazamiento del poder, sino que envuelvan un gran cambio de la vida nacional. En este caso, la posteridad atribuirá infaliblemente al autor, y con razón, una intención más o menos consciente en los hechos realizados, y por tanto, le discernirá el atributo de la grandeza”

Una historia de la Corta duración.
Historia atenta a los acontecimientos. Está hecha a medida del individuo (hombre). Carácter dramatizado del tiempo histórico. Tiempo histórico plagado de batallas, hazañas, tratados de paz…



Bibliografía:
  • Bourdé, G. y Martin, H. Las escuelas históricas. Editorial Akal. Madrid. 2004.
  • Iggers, G.: La ciencia histórica en el siglo XX. Editorial Labor. Barcelona. 1995.
  • Prost, A. Doce lecciones de historia. Editorial Cátedra. Madrid. 2001.
  • Seignobos, Ch. y Langlois, Ch. Introducción a los estudios históricos. Universidad Alicante. 2003.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Mirada crítica sobre la reconstrucción del pasado (I)


El surgimiento de la práctica historiográfica como conocimiento mediato

1. Introducción.

Historiar (discurso acerca de lo acontecido): No se identifica necesariamente con la memoria colectiva. No es un simple relato. Es una forma de argumentación, no una mera narración. Desarrolla técnicas y procedimientos orientados a producir enunciados acerca de la realidad pasada. Teorizar y reconstruir discursivamente el pasado con pretensiones de veracidad (no es literatura histórica).

  • Historia: Es ciencia y forma de narración (crítica de los anales).
  • Mecanismos de autentificación discursiva: testigos oculares VS crítica documental (estudio de las fuentes).

2. Marcas de historicidad de la práctica historiográfica pre-moderna (antigüedad, Medievo…).

Mecanismos de autentificación discursiva:
Testigo ocular: el objeto de investigación o de estudio eran los acontecimientos de carácter extraordinarios (rotura de la monotonía cotidiana). Ej. Intrigas palaciegas, guerras, etc. El historiador estudia el presente y acontecimientos pasados aunque no estuvieran presentes. Aquí surge una pregunta: ¿Cómo acceder al conocimiento epistemológico pasado si solo es cognoscible aquello que es inmediatamente accesible? Respuesta: aquello que verifica hay que buscarlo en la apelación al acto de fe del texto (adoptar la autoridad del testigo ocular de los acontecimientos pasados). El cronista medieval no desarrolla una crítica documental de las fuentes. Solo puede criticar lo que le es inmediatamente accesible. Por tanto, critica la persona del autor (rectitud moral del testigo ocular). Los textos son concebidos como autoridades. ¿Y si dos testimonios con autoridad moral acreditan afirmaciones contradictorias? En este caso el cronista no puede discernir entre los dos testimonios.
Textos: equivale a autoridades (sin ningún punto de vista independiente). No era posible extraer información del documento sin tener en cuenta lo que el documento tenía escrito.


3. Marcas de historicidad de la práctica historiográfica moderna (mecanismos de autentificación discursiva de la historiografía moderna).

Revolución científica (plano epistemológico): naturaleza del conocimiento, objeto de investigación. Revolución copernicana = El papel fundamental constituyente de lo real no está del lado del objeto (como en la época antigua) sino del lado del sujeto.
¿El por qué de los cambios acontecidos? Paso de un modelo del conocimiento basado en la percepción inmediata de las cosas a otro basado en el conocimiento mediato (no existe una inmediación previa, es posible la aprehensión objetiva, sin interferencias, de lo que es la cosa). Se rechaza de que la recepción de los estímulos del exterior sea una actividad pasiva. Se opera con idealizaciones. Producción teórica de los objetos para poder operar con ellos. La realidad solo es pensable en la medida que existen categorías inteligibles.
Cambia la naturaleza teórica del objeto de investigación (cosas => idealizaciones). El objeto de investigación de la historia cambia también. Ahora son los documentos (vestigios materiales y reliquias). El texto mismo cobra valor veritativo, una vez sometido a una crítica documental de las fuentes. Surgimiento de la crítica externa e interna de las fuentes y de las ciencias auxiliares de la historia (diplomática, paleografía…). El texto mismo suministra más información que la que el autor del texto suministra conscientemente.

Cita 1:
Sólo podemos conocer los hechos empíricamente de dos maneras: directa, si lo observamos en el mismo momento en que suceden, o bien indirecta, mediante el estudio de sus huellas. Tomemos, por ejemplo, el caso de un terremoto: si presencio el fenómeno tengo un conocimiento directo, e indirecto cuando, sin haberlo presenciado, observo sus efectos materiales (grietas, muros derruidos) o bien, si no son ya visibles, leo cómo los describe algún testigo que asistió al hecho u observó sus consecuencias. Por tanto, la índole de los ‘hechos históricos’ consiste en que no podemos conocerlos sino indirectamente, a través de sus huellas (…). Es cierto que el investigador observa directamente tales huellas, a las que damos el nombre de documentos; pero una vez lo ha hecho, no le queda nada que observar. A partir de los documentos, procederá mediante razonamientos para tratar de remontarse desde los vestigios hasta los sucesos con mayor exactitud posible. El documento es el punto de partida, y el acontecimiento pretérito el de llegada.

Cita 2:
Para conocer la relación entre el documento y el hecho, es preciso reconstruir en su integridad la serie de causas intermedias que dieron lugar al documento. Hay que imaginar la serie de actos que llevó a cabo el autor del documento, desde que presenció el suceso hasta que redactó el manuscrito. En primer lugar, hay que analizar el documento. ¿Se conserva en su estado original?, ¿ha sufrido daños? Hay que estudiar cómo fue elaborado, a fin de devolverlo en su estado original en caso necesario, y determinar su procedencia. Este primer conjunto de pesquisas previas, referidas sobre todo a la escritura, la lengua, las formas, las fuentes, etc., constituye el campo específico de la crítica externa o erudita. A continuación interviene la crítica interna: para reconstruir los estadios psicológicos que atravesó el autor del documento actúa mediante razonamientos por analogía, cuyas premisas toma de la psicología general. Ante las afirmaciones del autor del documento nos preguntamos: 1) ¿Qué ha querido decir?; 2) ¿Creía en lo que decía?; 3) ¿Estaba en lo cierto o se equivocaba?


4. Conclusión.

Conocer no es certificar con la mirada o con el oído sino proceder a una crítica interpretativa de las fuentes y llevar cabo una reconstrucción de la realidad a través de los vestigios de los materiales. De ahí el carácter científico de la historiografía. Las preposiciones históricas (enunciados históricos) son controlables, es decir, pueden ser reproducidas por cualquier persona que sepa practicar las técnicas requeridas para las circunstancias. Para ello es preciso que la escritura histórica lleve consigo determinadas marcas de historicidad como las notas a pie de página donde se citan fondos de archivo. El relato histórico no es una mera narración sino que hay operaciones cognitivas previas. Estas marcas certifican la intención del autor de dejar al lector ir más allá del mero texto. De esta manera se podrá comprobar si las conclusiones del historiador son más o menos razonables.
Historiar = forma concreta de argumentación (no una mera narración de los hechos).




Bibliografía
  • Bueno, G. Reliquias y relatos: construcción del concepto de ‘Historia Fenoménica’, El Basilisco. Revista de Filosofía nº1, Oviedo, 1978.
  • Domínguez, D. Reconstrucción discursiva del pasado y reescritura de la historia. Actas del II Congreso de Jóvenes Investigadores en Filosofía. Revista de la Asociación de Alumnos de Postgrado de Filosofía TALES. 2009.
  • Pomian, K. Sobre la historia. Editorial Cátedra. Madrid.2007.

Pensar la historia (II)

4. La historia es incapaz de prever o predecir el futuro. ¿Qué relación guarda entonces la nueva "ciencia" de la futurología? En realidad, la historia deja de ser científica cuando se trata del comienzo y el fin de la historia del mundo y la humanidad. En cuanto al origen, se inclina al mito: la edad de oro, las edades míticas, o bajo la apariencia científica la teoría del big bang. En cuanto al fin, cede el puesto a la religión, y especialmente a las religiones de la salvación que han construido un "saber de los fines últimos" (la escatología) o a las utopías del progreso, la principal de las cuales es el marxismo, que yuxtapone una ideología del sentido y del fin de la historia (el comunismo, la sociedad sin clases, internacionalismo). Sin embargo, al nivel de la praxis de los historiadores se está desarrollando una crítica del concepto de orígenes y la noción de génesis tiende a sustituir a la de origen.

5. Al contacto con otras ciencias sociales, el historiador tiende hoy a distinguir duraciones históricas diferentes. Hay un renacimiento del interés por el acontecimiento; sin embargo, seduce sobre todo la perspectiva de la larga duración. Ésta llevó a algunos historiadores, a través del uso de la noción de estructura, o a través del diálogo con la antropología, a adelantar la hipótesis de la existencia de una historia, "casi inmóvil". ¿Pero puede existir una historia inmóvil? ¿Y cuáles son las relaciones de la historia con el estructuralismo (o los estructuralismos)? ¿No hay un más amplio movimiento de "rechazo de la historia"?

6. La idea de la historia como historia del hombre ha sido sustituida por la idea de la historia como historia de los hombres en sociedad. ¿Pero existe, puede existir sólo una historia del hombre? Ya se ha desarrollado una historia del clima, ¿no habría que hacer también una historia de la naturaleza?

Segunda y última parte del resumen del prefacio del libro 'Pensar la historia, modernidad, presente y progreso' del historiador francés Jacques Le Goff

jueves, 22 de septiembre de 2011

Pensar la historia (I)


El concepto de historia parece plantear hoy seis tipos de problemas:

1. ¿Qué relaciones hay entre la historia vivida, la historia "natural", si no "objetiva", de las sociedades humanas, y el esfuerzo científico por describir, pensar y explicar esta evolución: la ciencia histórica? Esta división permitió en particular la existencia de una disciplina ambigua: la filosofía de la historia. Desde comienzos del siglo XX, y especialmente en los últimos veinte años, se está desarrollando una rama de la ciencia histórica que estudia su evolución dentro del desarrollo histórico global: la historiografía, o historia de la historia.

2. ¿Qué relaciones tiene la historia con el tiempo, con la duración, se trate del tiempo "natural" y cíclico del clima y las estaciones, o del tiempo vivido y naturalmente registrado por los individuos y sociedades? Por una parte, para domesticar el tiempo natural,las diferentes sociedades y culturas inventaron un instrumento fundamental, que también es un dato fundamental de la historia: el calendario; por otra, hoy los historiadores se interesan cada vez más por las relaciones entre historia y memoria.

3. La dialéctica de la historia parece sintetizarse en una oposición (o diálogo) pasado/presente (y/o presente/pasado). Esta oposición, por lo general, no es neutra, sino que sobreentiende o expresa un sistema de atribuciones de valores, como por ejemplo en los pares antiguo/moderno, progreso/reacción. Desde la antigüedad al siglo XVIII se desarrolló alrededor del concepto de decadencia una visión pesimista de la historia que vuelve a aparecer en algunas ideologías de la historia del siglo XX. En cambio, con las luces se afianzó una visión optimista de la historia a partir de la idea de progreso, que todavía hoy, en pleno siglo XXI, pasa por una crisis. Entonces, ¿tiene sentido la historia?, ¿hay un sentido de la historia?

Primera parte del resumen del prefacio del libro 'Pensar la historia, modernidad, presente y progreso' del historiador francés Jacques Le Goff

sábado, 17 de septiembre de 2011

Edad Media. Introducción


1. EL CONCEPTO DE EDAD MEDIA

El concepto de Edad Media fue creado en el siglo XV para describir un periodo de tiempo anterior, considerado como la fase intermedia entre la época dorada de la Antigüedad y el renacer de la tradición clásica con el Renacimiento.
Expresiones más utilizadas: media tempestas, media aetas, media tempora, médium aevum.
Fue Cristóbal Keller, de la Universidad de Halle, quien en su manual de historia popularizó la expresión Medievo o Edad Media.

2. LA PERIODIZACIÓN INTERNA DE LA EDAD MEDIA. VALORACIÓN DEL MEDIEVO.

La cronología referente a la Edad Media varía según la tradición historiográfica de cada país, generalmente:
Inicio: Siglo V, coincide con los grandes desplazamientos de las tribus germánicas hacia Occidente (409-407), que condujeron al destronamiento del último emperador romano, Romúlo Augústulo, por Odoacro (476).
Fin: Conquista de Constantinopla por los turcos en 1453; en España la fecha clave sería 1492 cuando comienza el imperio español en América y los cambios sociopolíticos derivados de la expulsión de los judíos y la conquista de Granada.

La historia de la Edad Media se subdivide en 3 etapas, aunque se han propuesto varias subdivisiones, pero la más aceptada es la periodización tripartita:
- Alta Edad Media: Fines de siglo III o siglo IV hasta el siglo IX. Época de transición entre las civilizaciones antiguas y las medievales.
- Plena Edad Media: Siglo X al XIII.
- Baja Edad Media: Siglo XIV y XV. Decadencia de la Edad Media y comienzo del Renacimiento.

Otros autores como M.A. Laredo, abogan por una división distinta, permitiendo incorporar civilizaciones no europeas.
- Tiempo inicial de transición: Inicio en siglo III y fin en el VIII.
- Alta Edad Media: Desde siglo VIII al XI.
- Plenitud del Occidente Medieval: Desde el último tercio del siglo XI hasta finales del XIII.
- Baja Edad media o Edad Media tardía: Del siglo XIV al XV.

En el siglo XVII y XVIII, el Medievo es considerado como una edad oscura y bárbara, sin embargo, en el siglo XIX pasó a idealizarse.

3. LA METODOLOGIA DE LA ENSEÑANZA Y DE LA INVESTIGACIÓN DE LA HISTORIA MEDIEVAL.

Las Fuentes Históricas son todos aquellos instrumentos, escritos, objetos, restos y testimonios directos o indirectos que utilizamos para conocer los tiempos pasados y escribir su historia. (M. Ríu), éstas constituyen el material básico para el trabajo del medievalista.
Los tipos de fuentes medievales, se establecen dos categorías:

a) Fuentes Escritas

Fuentes narrativas o cronistas.
Fuentes literarias en sentido estricto.
Tratados jurídicos o doctrinales.
Documentación de archivo.

b) Fuentes no Escritas

Restos arqueológicos.
Objetos artísticos y de cultura material.
Restos arquitectónicos.
Vestigios en el paisaje natural y urbanizado.

4. LAS DISCIPLINAS AUXILIARES.

Las ciencias y técnicas historiográficas o ciencias auxiliares de la historia, son una serie de disciplinas más o menos técnicas, con sus propios objetos de estudio y metodologías, que permiten al historiador leer, analizar y estudiar críticamente las fuentes vinculadas a la historia Medieval.

Paleografía: Ciencia de las escrituras antiguas.
Diplomática: Estudia la forma externa y la producción de los documentos en la Edad Media.
Arqueología medieval: Disciplinas Auxiliares
Geografía histórica.
Epigrafía: Ciencia de las inscripciones, estrechamente ligada con la Paleografía y la Diplomática.
Numismática: Ciencia que estudia las piezas monetarias.
Sigilografía: Ciencia de los sellos.
Heráldica. Ciencia de los símbolos hereditarios (armas, nombres).
Genealogía: Estudio de la afiliación de las personas a lo largo de las generaciones

La Geografía histórica considera varias cuestiones en conexión con la Historia Medieval.
1) La influencia de las condiciones geográficas (clima, relieve, nivel de aguas…) en el desarrollo de los procesos históricos y del asentamiento de los grupos humanos.
2) La influencia de la acción humana en la transformación del medio ambiente, como procesos de deforestación por talas necesarias para la guerra, roturaciones, colonizaciones, etc.
3) La aplicación de la cartografía.
4) La toponimia o estudio de los nombres atribuidos por los hombres a las realidades geográficas.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Estructura y dinámica terrestre (III)


11. ¿Cómo se denominan los relieves que son originados por las fuerzas internas de la Tierra?
Se les denomina relieves tectónicos o estructurales. También estructuras tectónicas aunque sea redundante.

12. Los relieves plegados aparecen en determinados tipos de rocas. ¿En cuáles?
Los relieves plegados pueden aparecer en rocas sedimentarias y en metamórficas.

13. ¿Qué tipos de rocas son las que sólo se fracturan o fallan?
Fracturas y fallas las podemos encontrar en todos los tipos de rocas. Las eruptivas, ígneas o cristalinas son las que siempre se fracturan o fallan.

14. ¿Existen formas erosivas en los relieves estructurales?
En los relieves estructurales, desde que se forman, sufren los efectos de la erosión, comenzando a producirse su derivación, por eso encontramos diferentes formas erosivas sobre ellos. Su relevancia será mayor o menor según la duración y el tipo de erosión que se produzca.

15. Si una red hidrográfica es discordante con la estructura ¿qué quiere decir? ¿Cómo ha podido tener lugar esa discordancia?
Una red hidrográfica es discordante con la estructura cuando sigue distinta dirección que la marcada por la estructura, es decir, discurre de forma independiente a ella, ya sea en estructuras plegadas o falladas, en el primer caso corta (es perpendicular o casi) a los pliegues y en el segundo a las fallas. Esa instalación discordante puede deberse a que la red hidrográfica existiera así con anterioridad a los levantamientos tectónicos, o bien a que éstos estuvieran cubiertos por sedimentos y se instalara de esa forma y que al desaparecer estos se instalara sobre la estructura subyacente. En el primer caso decimos que es por antecedencia y en el segundo por sobreimposición.

16. ¿A qué circunstancias puede deberse que los anticlinales y sinclinales debidos a la acción de la tectónica, no coincidan con las partes más elevadas y más bajas de la topografía? ¿Qué nombre reciben estos relieves?
Ha actuado la erosión de tal manera que ha provocado una inversión de relieve, lo que significa que las partes más elevadas tectónicamente son ahora las más bajas topográficamente y a la inversa. Se trata de relieves derivados e invertidos.

17. ¿Qué es un salto de falla? y ¿un escarpe de falla compuesto?
- Un salto de falla es el valor de la desnivelación tectónica, es decir, la diferencia de altura existente entre el labio levantado y el labio hundido.
- Un escarpe de falla compuesto es el resultado de la acción simultánea de la tectónica y de la erosión diferencial. Es pues, una forma estructural mixta, pues combina ambos tipos de escarpe, una parte de escarpe original y otra de escarpe derivado. Es el resultado de la acción simultánea de la tectónica y de la erosión diferencial.

18. ¿Qué procesos sufre un relieve hasta dar lugar a un relieve apalachense?
Los procesos que sufre un relieve plegado hasta convertirse en un relieve apalachense son el resultado de una larga evolución que ha pasado por distintas fases, una de plegamiento, otra de arrasamiento erosivo en el que se produce la superficie de erosión, un nuevo movimiento tectónico en el que tiene lugar una elevación de esa superficie y una nueva fase de erosión, la de erosión diferencial sobre las rocas que componen la estructura plegada.

19. ¿Qué tipos de volcanes conoce? Explíquelos brevemente.
- El tipo hawaiano (Mauna Loa, islas Hawai) es el resultado de efusiones abundantes y tranquilas de lavas basálticas fluidas, alrededor de una boca situada en el fondo de una fosa y a partir de unas fisuras radiales. Es un tipo de domo volcánico o volcán escudo.
- El tipo stromboliano (Stromboli, islas Lípari) resulta de la alternancia sistemática de lavas y lechos de proyecciones de cenizas y escorias e incluso de fragmentos arrancados a las paredes de la chimenea en el momento de las erupciones. Es un volcán de cono compuesto, el estratovolcán. En él suelen aparecer las calderas.
- El tipo vulcaniano (Vulcano, islas Lípari) se forma por erupciones muy violentas con fuerte explosividad y su cono se compone de cenizas y escoria fundamentalmente, separadas por pequeñas interestratificaciones de lavas. Es prácticamente un cono de cenizas.
- El tipo peleano (monte Pelé) se forma por la extrusión de lavas poco fluidas, viscosas, acompañadas de nubes ardientes. A veces, conserva la forma cilíndrica de la chimenea y forma una aguja que se fragmenta en prismas al enfriarse; esta aguja aparece flanqueada por amplias grietas de hundimiento, por las que salen gases en forma de nubes ardientes. Cuando la lava se acumula en la boca eruptiva, crea un domo o cúpula volcánica.