viernes, 29 de junio de 2012

Comentario de texto: bula de oro de 1222


Comente el siguiente texto según las pautas establecidas por el equipo docente, en dos caras: 

I. Que ningún noble sea arrestado (injustamente), ni oprimido por deseo de algún poder mayor.
II. Los nobles serán exentos de pagar más impuestos, y no se podrá recaudar ningún dinero de sus tesoros. Tampoco serán ocupadas ni sus residencias, ni sus aldeas, y serán visitadas solo por aquellos que hayan sido invitados. No se aplicarán más tasas a los bienes de la Iglesia.
III. Si algún noble muere sin tener hijo varón descendiente, que a su hija le corresponda un cuarto del territorio; las demás propiedades serán repartidas a otros; pero, por si defunción no pudiese ocuparse de ellas, que estas propiedades pasen a manos de su familiar más cercano; si no lo hay, entonces que pasen a manos del rey.
IV. Si el rey desea llevar su ejército fuera del reino, los nobles no tienen el deber de ir con él, si éste no les paga. Por el contrario, si algún ejército extranjero penetra en suelo húngaro, todos tienen la obligación de repelerlo.

VII. Que el Nádor de Hungría juzgue a todas las personas en el reino sin diferencia alguna; pero que no emita juicios sobre los nobles y altos funcionarios sin el conocimiento y aprobación del rey.
VIII. Que no se de honores o cargos a extranjeros recién llegados sin permiso del consejo real.

XI. Que no se le sean dadas propiedades húngaras a extranjeros.

XVI. Que nadie aparte del Nádor de Hungría, el ban, el rey y la reina consorte porte más de dos títulos
XXIV. Que ni los judíos ni los ismaelitas ejerzan cargos públicos. Que los ispán de cámara, los que manejan el dinero, recolectores de impuestos y aduaneros sean solamente nobles húngaros.
… Que el rey no pueda extrañar o apropiarse de ninguno de los grandes condados del reino ni de los altos cargos de la corte.

Bula de Oro de 1222. Andres II de Hungría (eran 31 puntos)

El texto es una selección de algunos puntos de la Bula de Oro de 1222 sancionados por Andrés II de Hungría. Es un documento público procedente de una fuente primaria y se distribuyeron siete copias del mismo. Durante cuatro siglos la Bula de Oro fue ley fundamental del país que consolidó el poder de la nobleza ya que permitió a los nobles no pagar impuestos (punto II), no servir al rey en expediciones fuera del reino (punto IV) y sublevarse contra el monarca que incumpliera las leyes (clausula de resistencia que más adelante sería derogada), entre otras prerrogativas. Todo el documento es importante ya que su finalidad es legislativa, de obligado cumplimiento en todo el reino húngaro. Se puede considerar, por tanto, como la primera constitución escrita húngara. Su vigencia llega hasta 1848. Existen algunos términos que hace falta definir. Nádor es el segundo cargo más importante en el reino de Hungría tras el rey. Generalmente estaba reservado para un noble, y sus competencias comenzaron siendo la observación y administración de los bienes reales, evolucionando a funciones judiciales. El Ban es un título nobiliario, característico de reinos medievales de la Europa central, entre ellos Hungría. Los banatos son una especie de distritos que están sometidos al Rey. El eje central del texto está claro, nos habla de una disposición “legal” de un débil monarca para con los nobles de su reino que limita su autoritarismo a la vez que concede ciertos privilegios a la nobleza. Los protagonistas principales son el rey Andrés II, la Iglesia y la nobleza.
Andrés II fue rey de Hungría, nacido en 1176 y fallecido en 1235. Fue llamado el Hierosolimitano por su participación en la organización de la quinta cruzada. Bajo su reinado el país llegó al punto culminante de la anarquía feudal y Andrés II trató de controlarlo mediante la promulgación de la Bula de Oro. El rey quiso cumplir la promesa hecha por su padre de partir a la cruzada, y para tal fin reunió un ejército en Espalato; consiguió de los venecianos las naves para el transporte a cambio de la cesión a perpetuidad de la ciudad de Zara; para financiar la expedición recurrió a empeñar hasta los tesoros de la Iglesia. Pero la cruzada húngara (1117-1118) fue un fracaso y el rey tuvo que regresar a su país, debido a una enfermedad. Andrés II concedió a los Hospitalarios grandes rentas a costa de la nación. Los únicos beneficios que obtuvo de la cruzada fue el emparentar con los reyes de Armenia y Bulgaria a través de los matrimonios de sus hijos y el recibir el pomposo título de "Rey de Jerusalén" (al igual que otros monarcas de su tiempo), usado por los reyes de Hungría desde entonces hasta 1918.
Cuando regresó a Hungría se encontró el reino convulsionado por la anarquía. Para controlarlo declaró hereditarias e inviolables las donaciones hechas por sus antepasados. Pero con ello dejó fuera del ejercicio del poder a un grupo de grandes señores, que se levantaron contra él (1222). Estos descontentos estaban apoyados por los servienses, pequeños propietarios que aspiraban a adquirir las diferentes partes de las posesiones reales de los castillos en desintegración, en lo que coincidían con el grupo formado por los siervos de los castillos. Consiguieron que el rey destituyese la administración hasta entonces imperante y promulgase la carta magna conocida como Bula de Oro. Ésta supuso para los servienses y los siervos de los castillos el derecho de hacer testamento. La Bula de Oro prohibió además la donación de provincias enteras y protegía a los siervos contra la Iglesia al prohibir la exigencia del pago del diezmo eclesiástico en dinero; declaró ilegal la acumulación excesiva de cargos, el arrendamiento de regalías en manos de musulmanes o judíos y la donación de posesiones a los extranjeros. El principal punto en el que la Bula de Oro favoreció a los grandes señores fue el que reconocía su derecho a resistencia contra el rey cuando éste violase las disposiciones de la Bula. Esta serie de concesiones valieron a Andrés II para que la nobleza le declarase rey hereditario de Hungría, Dalmacia, Croacia, Serbia, Lodomeria y Galitzia (1222). En 1231 Andrés II, presionado por la Iglesia, promulgó la llamada segunda Bula de Oro, cuyas disposiciones fueron más favorables para la Iglesia y que en lugar del derecho de los nobles a resistirse contra el rey, determinó como sanción la excomunión.
Esta Bula se puede considerar como la primera Carta Magna de Hungría.  También se puede establecer paralelismos entre los casos de Hungría e Inglaterra, con la salvedad de que la nobleza húngara era bastante más fuerte que la inglesa, así que pudieron ir más allá todavía con sus reclamaciones. A todos los efectos determina el principio de igualdad entre los nobles y ocupó un lugar central en el pensamiento de la aristocracia húngara durante siglos. Su larga vigencia así lo atestigua.

1 comentario:

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